domingo, 16 de noviembre de 2014

Tijuana Moods - Charles Mingus - 1957

El jazz me recuerda al surf. El surfista surfea la ola. Sigue una norma simple: seguir de pie; por lo demás improvisa la mejor manera de atacar la ola en cada momento. La ejecución de cada ola es diferente y esta es la esencia del surf.

Charles Mingus sobresale entre los músicos de jazz por su sentido orquestal, una mezcla de la tradición más antigua de las Big Bands y unas ciertas connotaciones clásicas. Conserva la frescura del jazz, pero aporta un objetivo muy claro y predispuesto. No se trata de lanzarse a la interpretación de un tema. Hay un fuerte sentido de la composición y de la ejecución.

Hay muchos discos increíbles de Mingus, este sin duda esta entre los más increíbles. Espléndidamente grabado.

Ojo, exite una versión de 2CDs con tomas alternativas muy interesantes.


Young Django - Stéphane Grappelli - 1979

Hay músicos que con los años se agotan. Es casi un axioma en la música de rock. En el jazz pasa menos. Concretamente, a Stéphane Grappelli, esto no le pasaba. Este disco, con el contrabajista Niels Orsted Pedersen y los guitarristas Philip Catherine y Larry Coryell, es fenomenal.

El hecho de que Graphelli se mantuviese lúcido nos permite oírlo en buenas grabaciones. Si perseguimos los discos con Django, vamos a encontrarnos con tomas mono, no muy buenas. Personalmente, si la música no está bien grabada, la puedo entender como documento histórico, pero no la disfruto igual.

En este caso estamos de suerte. Pero el disco es un homenaje, no un revival. La modernidad ha pasado por Graphelli y el contrabajo de Pedersen no nos permite de ningún modo hundirnos en el pasado.